El Código Ético del PSOE no permite el indulto a malversadores como Griñán
La posible concesión del indulto por parte del Gobierno al ex presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán -condenado a seis años y dos días de prisión y quince años y dos días de inhabilitación absoluta por malversación en el caso de los ERE- supone una vulneración del Código Ético de los socialistas. Este documento recoge expresamente que: «Los cargos públicos del PSOE se comprometen a no proponer ni apoyar el indulto de cargos públicos condenados por delitos ligados a corrupción, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales, torturas o contra la integridad moral, así como la comisión de hechos constitutivos de delitos graves».
En concreto, así se establece en el artículo 8, dedicado a «la actuación política sobre los indultos». Ese punto prohíbe taxativamente a Pedro Sánchez y los ministros del PSOE apoyar esta medida de gracia para librar a Griñán de la prisión. El indulto es una decisión política a propuesta del titular de Justicia. En este momento, quien ocupa el cargo es la socialista Pilar Llop.
El mismo Código Ético destaca que «el PSOE asume el compromiso firme de liderar el proceso de limpieza y calidad democrática en la política española, enfrentándose a cualquier forma de corrupción pública derivada de la prevalencia de los intereses particulares sobre el interés general». Todos los cargos institucionales y orgánicos del partido están obligados a firmar una «declaración de adhesión personal» al documento «comprometiéndose a cumplirlo y a facilitar su divulgación».
Estatutos
Además, los vigentes Estatutos Federales del PSOE -aprobados en el 40º Congreso Federal celebrado el pasado octubre en Valencia- advierte que «todos los afiliados y afiliadas conocerán y respetarán lo establecido en el Código Ético y de Conducta del PSOE».
En caso de incumplimiento de «lo dispuesto en el Código Ético» será sancionado, previos los trámites reglamentarios y mediante decisión de los órganos competentes, con medidas que podrán llegar hasta la expulsión en aplicación del régimen disciplinario».
Así, entre las «faltas graves» y «muy graves» figura la «mala conducta cívica o ética que contradiga el Código Ético y de Conducta» que «sea considerada grave por el daño causado a la imagen o los intereses del PSOE».
La sanción para esta conducta va desde la suspensión de afiliación o inhabilitación para el desempeño de cargo público a la misma expulsión del partido.
No obstante, de la supervisión del cumplimiento del Código Ético se ocupa la Comisión Federal de Ética y Garantías y, en última instancia, la Comisión Ejecutiva Federal, encargada de «resolver los expedientes disciplinarios y, en su caso, imponer las sanciones que correspondan». En definitiva, cualquier sanción tendría nulo recorrido en este caso, pues la Ejecutiva está presidida por el propio Sánchez y diseñada a su medida.
El Gobierno no ha descartado públicamente el indulto para Griñán. El propio Pedro Sánchez opinó este miércoles que «están pagando justos por pecadores» y no rechazó que, si la defensa lo solicita, tal como ya ha avanzado el letrado de Griñán, su gabinete indulte al que fuera presidente del PSOE. «Haremos lo que marca la ley», ha dicho. El abogado de hecho, en conversación con OKDIARIO, apuntaba a que estaba convencido de que no entraría en la cárcel.
Como ha publicado este periódico, en Moncloa ya abonan el terreno para indultar al que fuera presidente socialista de la Junta de Andalucía y afirman que «no hay motivos para denegarlo». «Más teniendo en cuenta la edad de Griñán».